La Revolución iraní o Revolución de 1979 supuso el derrocamiento de la dinastía Pahlaví bajo el shah Mohammad Reza Pahleví y, tras ella, el clero musulmán protagonizó un movimiento de revitalización del Islam. La mujer, que tuvo un gran papel en las revueltas, volvió a los hábitos tradicionales y desde entonces viste de nuevo el chador, ese gran manto negro que la envuelve. En el medio rural, entre las zoroastrianas y en lugares de peregrinación o en ámbitos domésticos o familiares son corrientes los colores claros con estampados de flores. El monarca Reza Shah lo prohibió en 1936 como señal de su política general de occidentalización, aunque tras la revolución se recuperó su uso y se considera una seña de identidad. Esto no quiere decir que las iraníes estén relegadas a jugar un papel secundario. Hoy en día el el 55% del profesorado es femenino, el 15 % de parlamentarios son las mujeres y suponen más de 60% del estudiantado universitario.
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