martes, 31 de octubre de 2017

Un país llamado Irán

Irán limita al norte con Armenia, Azerbaiyán, Turkmenistán y el mar Caspio, al este con Afganistán y Pakistán, al sur con el golfo de Omán, el estrecho de Ormuz y el golfo Pérsico, y al oeste con Irak y Turquía. 

Su extensión es tres veces la de España. 

Los iraníes llaman a su país Irán desde el período sasánida. Hasta 1935 era conocido como Persia. El nombre proviene de la región del sur de Irán, llamada Fars/Pars, lugar de origen del Imperio persa. La historia de Irán (Tierra de los arios), se remonta a las primeras civilizaciones y hay evidencias arqueológicas de que la zona estaba habitada en la Edad de Piedra. A comienzos del III milenio a. C. el Imperio elamita surge como nuevo poder en Irán, en competencia con los imperios vecinos de Babilonia y Asiria. Durante el II milenio a. C. los medos y los persas, pueblos arios o indoeuropeos, invadieron Irán. El dominio medo fue breve. En 550 a. C., Ciro II el Grande fundó el Imperio aqueménida que duró hasta que en 334 a.C. Alejandro Magno lo conquistó. Tras su muerte fue gobernado por la dinastía seléucida (cuyos reyes descendían de uno de los generales de Alejandro Magno), los partos y los sasánidas, hasta la invasión musulmana en el siglo VII. Genghis Khan condujo a los mongoles a la invasión de Irán en 1219, devastando la población. Posteriormente se instala la dinastía safávida en el siglo XVI. Sigue el período Qajar hasta la dinastía Pahlavi, encabezada por Reza Sha en 1925. En 1941, la Unión Soviética y Gran Bretaña forzaron la abdicación del Sha, reemplazándolo por su hijo, Mohammad Sha. Después del golpe de estado de 1953, Irán se convierte en un régimen autoritario, que culmina con la expulsión del Sha durante la Revolución Iraní y el establecimiento de la República Islámica el 1 de abril de 1979. En 1980 se desata la guerra entre Irak e Irán hasta que en 1988 con la mediación de la ONU se consigue el alto el fuego definitivo. 

I R A N

nicialmente, al proyectar un viaje hay pocos países que levanten injustamente tantos prejuicios y tantas desconfianzas como Irán. Sin embargo, no hay duda alguna de que se trata de un destino con grandes alicientes. 
ealmente Irán es un país lleno de encantos, evocador, con una historia milenaria, enriquecido por una cultura fascinante y que puede presumir de un maravilloso y abundante patrimonio artístico rico en matices. 
A  la vuelta todo el mundo elimina todo asomo de duda previa y cualquier reticencia anterior sobre el país. Además, al hacer el balance final nadie deja de lado el mejor de sus tesoros, que no es otro que el pueblo iraní, una gente hospitalaria, atenta y acogedora como pocas. 
o es extraño que, al final, los que lo conocen difundan su satisfacción con el trato recibido durante su estancia en el país y con las múltiples maravillas arquitectónicas y culturales descubiertas. Todos regresan con buen sabor de boca y todos quieren volver a la antigua Persia.